Tres son los mosqueteros, la Santa Trinidad, los pokémon iniciales… y tres somos los fundadores de DJ Drones. Esteve Schouten, Miquel Amengual y yo, Rafel Sansó. Aunque mi arte literario termina aquí. Vamos al tema, a lo que a todos los que leeremos este blog nos interesa: los drones.
El pasado año 2017 fue cuando nuestra inquietud por los drones comenzó. Y todo gracias a un cupón de descuento para un drone que llegó a mis manos. Una oferta que no pude resistir. Así fue como compré mi primer drone, por 10€ ni más ni menos.
Ya tenemos un drone, ¿y ahora qué?
Mi primera experiencia no fue muy buena. Este drone EACHINE E52, ideal para hacer selfies, tiene sus pros y sus contras. Pero lo peor que pude hacer fue intentar pilotarlo la primera vez sin el mando, directamente con el móvil. Y desde la terraza de casa. No hace falta imaginar hasta donde voló: a la terraza de la vecina. Con suerte pude recuperarlo, pero me dije a mi mismo que para volar drones, mejor espacios abiertos, muy abiertos. Aunque pocas son las veces que me hago caso.
La siguiente vez que lo volé fue en otra terraza. Aunque mucha más abierta y con espacio. No lo perdí ni se me fue muy lejos. Pero si que se dio bastantes golpes y terminó encima de un árbol. Con suerte pude rescatarlo. En ese momento cogí cierta tirria a los drones. Pensaba que eran muy difíciles de pilotar. Pero me equivocaba.
Entonces decidí probar con el mando que incluía en la caja. Y fue el día y la noche. Entonces empecé a pilotar el drone sin miedo a perderlo. Con suerte, el EACHINE E52 tiene un pilotaje muy sencillo, perfecto para novatos como yo. Aunque eso de que sea un buen drone para selfies ya es otro tema que veremos en otro post.
Nace DJ Drones
Al poco tiempo de tener mi primer drone, mis dos compañeros también tuvieron el gusanillo de los drones. Ellos decidieron empezar por todo lo alto, con un Yizhan Tarantula X6. Un drone enorme, de los más chulos que he visto hasta la fecha. Con unas hélices de más de 20cm de largo. Una pasada. Y coincidió que a mi me habían traído un nuevo drone, el JJRC H12W-A. Ambos tenían una nueva funcionalidad que desconocíamos totalmente: la potencia manual.
La mayoría de drones, de gamas bajas, vienen con una función que es control de altitud. Esto lo consiguen gracias a un barómetro que controla la presión del aire y los mantiene, más o menos, a una altura fija. Pero estos nuevos drones no lo llevaban. Y la palanca izquierda del mando controlaba directamente la velocidad a la que giran las hélices.
Esto, para pilotos expertos, es una pasada porque permite hacer piruetas y subidas a mucha velocidad. Pero para inexpertos como nosotros, fue una cuchilla de doble filo. No os contaré mucho más sobre el pobre tarántula, porque Esteve se encargará de contaros su odisea en otro post. Solo deciros que de esa experiencia nació un vínculo que nos ha unido desde entonces: la pasión por los drones.
De esa pasión nace DJ Drones. Sin el objetivo de ser un referente, ni famosos ni nada. Simplemente es nuestro espacio en el que compartiremos nuestras vivencias con nuestros drones. A día de hoy yo ya tengo 8 drones diferentes, todos de baja y media gama. Y poco a poco os los iré mostrando para que, el día que queráis iniciaros con los drones, sepáis un poco más acerca de las aventuras de otros pilotos novatos como vosotros.